Por primera vez en más de dos décadas, la final de la Champions League no contará con ningún equipo de la Premier League, LaLiga o la Bundesliga. El 31 de mayo, en el Allianz Arena de Múnich, el París Saint-Germain y el Inter de Milán se enfrentarán por la gloria europea, lo que marca un cambio significativo en la narrativa habitual del torneo.
Desde que el Porto de José Mourinho levantó el trofeo en 2004, clubes de Inglaterra, España o Alemania siempre han llegado a la final, y generalmente la han ganado. Catorce títulos consecutivos han sido conquistados por equipos de estas naciones, lo que refuerza la percepción de que las grandes ligas europeas monopolizan la calidad. Pero esta temporada ha desmentido esa suposición.
PSG: Perdiendo estrellas, ganando fuerza
El camino del PSG hasta la final es una historia de reinvención. Cuando Kylian Mbappé confirmó su marcha en mayo de 2024, muchos asumieron que significaría un revés para el gigante francés. En cambio, el entrenador Luis Enrique insistió en que el equipo mejoraría sin su delantero estrella, una afirmación que pocos tomaron en serio en aquel momento.
Sin embargo, un año después, el PSG es campeón indiscutible de la Ligue 1 y finalista de la Champions League. Las salidas de Mbappé, Lionel Messi y Neymar marcaron el fin de la era «Galáctica» del club. En su lugar, el técnico español construyó un equipo basado en la cohesión, la presión implacable y la disciplina táctica. El equipo francés tuvo dificultades al principio de su temporada europea, superando por los pelos la fase de grupos en la 15ª posición, pero una segunda mitad impresionante, impulsada por la brillante llegada de enero de Khvicha Kvaratskhelia, les permitió eliminar a cuatro clubes de la Premier League: Manchester City, Liverpool, Aston Villa y Arsenal.
La pulla irónica de Luis Enrique, al llamar a la Ligue 1 «la liga de los granjeros», se produjo tras derrotar al Arsenal y fue una respuesta directa a los críticos que minimizan la fortaleza del fútbol francés. Ahora parece más un grito de guerra que una broma.
Inter de Milán: La experiencia supera a la expectativa
Si el PSG representa el cambio, el éxito del Inter de Milán se basa en la experiencia. Con Simone Inzaghi, el Inter ha adoptado un enfoque pragmático y sensato. Su victoria en semifinales de la Champions League contra el Barcelona fue una lección magistral de resiliencia y equilibrio táctico.
El núcleo joven del Barcelona, incluyendo a la sensación de 17 años Lamine Yamal, se vio superado por los veteranos del Inter. El equipo italiano contó con 10 jugadores mayores de 25 años en su once inicial, incluyendo a Francesco Acerbi, de 37 años, quien marcó un dramático gol del empate en el minuto 93 para forzar la prórroga. El portero Yann Sommer, fichado por la modesta suma de 5 millones de libras tras la salida de André Onana, realizó paradas cruciales para mantenerlos con vida en la eliminatoria.
Desestimado por algunos debido a la percepción de decadencia de la Serie A, el Inter demostró lo contrario. Tras eliminar al Bayern de Múnich en cuartos de final y perder solo una vez camino a la final, los nerazzurri le recordaron a Europa que la experiencia aún importa. Bicampeón de la Serie A en los últimos años y tricampeón de Europa, el Inter no es ajeno a las grandes ocasiones.
Con dos equipos impredecibles en la final, las casa de apuestas ofrecen cuotas muy ajustadas. Los apostadores encuentran valor en mercados que van más allá del ganador, como el total de goles, los goleadores e incluso la prórroga. Tanto si apuesta por la presión del PSG como por la agresividad táctica del Inter, compara las cuotas de varias casas de apuestas para encontrar la mejor oferta y sacar un mayor rendimiento.
Los clubes ingleses encuentran consuelo en otros lugares
Mientras la Champions League se les escapa a los ingleses, la Europa League y la Conference League ofrecen cierto consuelo. El Arsenal fue el único equipo de la Premier League que alcanzó las semifinales de la Champions League, pero ahora todas las miradas se centran en el Manchester United y el Tottenham, que se enfrentarán en la final de la Europa League.
Se trata de una situación un tanto sorprendente, ya que ambos clubes están en la zona media/baja de la clasificación de la Premier League, 16º y 17º, actualmente, salvados por la gran diferencia de nivel entre los tres últimos clasificados y el resto de equipos. Si alguno de ellos gana la Europa League, se convertirán en los campeones con la clasificación más baja de la historia de la competición.
Mientras tanto, el Chelsea, ya campeón en su día de la Champions League y la Europa League, es el favorito para alzarse con la Conference League. Los Blues están a punto de lograr un triplete histórico: convertirse en el primer club en ganar las tres principales competiciones de clubes de la UEFA. El Betis, en la final que se disputará en Polonia, tratará de impedirlo.
¿Un cambio de guardia?
La Champions League de esta temporada ha dado un giro radical. Sin un representante de la Premier League, ni de LaLiga, ni de la Bundesliga en la final, las grandes potencias del fútbol tradicional deben hacer balance. ¿Se trata de un hecho aislado o estamos presenciando un verdadero cambio en el equilibrio de poder del fútbol europeo?
Una cosa está clara: los clubes de las llamadas ligas menores (dentro de las grandes ligas europeas) han demostrado que ya no pueden ser ignorados. Ya sea el PSG reinventándose sin sus estrellas, o el Inter de Milán apoyándose en la experiencia para silenciar a las críticas, la final de 2025 promete más que un trofeo… Puede representar un nuevo capítulo en el fútbol europeo.
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