UFC Fight Night: Kevin Holland vs Mike Malott

Buenos días a todos. Esta noche viajamos hasta Vancouver, Canadá, para una nueva velada de artes marciales mixtas. Nos vamos a centrar en el co-evento estelar, donde una de las estrellas locales tratará de sumar una nueva victoria ante su público.

Cuando el exceso pasa factura

Kevin Holland nunca deja a nadie indiferente. En numerosas ocasiones ha confesado que no le importa ganar o perder, él lo único que quiere es ganar dinero. Y sus acciones han sido acordes a sus palabras, compitiendo contra cualquiera y en cualquier momento, muchas veces sin la preparación adecuada detrás.

Su carisma y su frecuencia de peleas le convirtieron en un habitual del octágono, pero con el paso del tiempo, esa hiperactividad empieza a mostrar grietas. En 2025 ya suma cinco combates, y las señales de desgaste físico y mental se hacen evidentes.

Su estilo siempre se ha basado en sus reflejos y sus virtudes físicas, y a sus 33 años podemos afirmar que ambos aspectos se van mermando inevitablemente.

Su última actuación ante Daniel Rodríguez fue el reflejo más claro de ello. Sin defensa, sin estructura táctica y con una alarmante falta de intención competitiva. La imagen que dejó en el combate me pareció realmente negativa. Regresar a la acción apenas unos meses después no estoy seguro de que sea la mejor idea.

Metódico y estratégico

Mike Malott llega en una situación muy diferente. Su derrota ante Magny le perseguirá toda su carrera, pero el tipo ha sabido reponerse. Es un luchador que sabe adaptarse, con una base sólida de grappling y un striking más metódico de lo que muchos le atribuyen. No es un talento deslumbrante, pero sí un peleador disciplinado, con un proceso claro y una ejecución efectiva.

Su boxeo en corto es afilado, con combinaciones cerradas. Es especialmente peligroso en los intercambios dentro del pocket, donde sus ganchos suelen marcar la diferencia. Ante un rival como Holland, más largo pero desorganizado, la precisión y la estructura de Malott pueden convertirse en un factor determinante. Además, su capacidad para alternar niveles y castigar las piernas puede neutralizar el alcance de su oponente.

Malott cuenta con un excelente grappling y un sólido control posicional. Dos herramientas que han sido la criptonita de Holland en numerosas ocasiones.

Pero más allá del striking, el canadiense tiene un camino evidente hacia la victoria: el suelo. Holland nunca ha corregido las carencias de wrestling que le han acompañado toda su carrera. Confío en que Malott, consciente de ello, opte por un enfoque pragmático, buscando transiciones rápidas e imponiendo su ventaja a ras de la lona.

Consistencia y hogar dulce hogar

El cardio siempre ha sido la gran incógnita en Malott, pero esta vez tiene un rival que suele autoexponerse a su propio caos. Si logra imponer su ritmo y evitar los bombazos aislados de Holland, el canadiense debería poder mantener el control de las acciones.

A diferencia de un Holland capaz de lo mejor y lo peor, Malott se presenta siempre con un plan bajo la manga y una mentalidad centrada. Creo que, en este duelo, la disciplina y la ejecución táctica pesarán más que la creatividad. Por talento bruto, Holland siempre es peligroso, pero la consistencia y la estrategia del canadiense parecen tener más argumentos en esta fase de sus respectivas trayectorias.

Por último, el canadiense será el último local en entrar al octógono. Es un luchador muy querido y espero que el calor de la grada le ayude a cerrar la velada con una victoria para los suyos. No entraría por debajo de 1,75.

Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.